La infraestructura de TI del futuro
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A medida que más organizaciones se transformen digitalmente, los responsables de la infraestructura y las operaciones deberán evolucionar sus estrategias y habilidades para proporcionar agilidad a sus empresas. De momento, según Gartner, el 75% de ellos no cuentan ni con las habilidades ni cultura que se necesitarán en el corto-medio plazo.
En dos-tres años, los líderes en esta área deberán adoptar tendencias emergentes en edge computing, inteligencia artificial y cloud para responder a los retos de sus organizaciones y garantizar su flexibilidad para entrar en nuevos mercados con rapidez.
Según Gartner, ya no solo tienen que estar operativos los equipos de TI internos, sino también sus proveedores de servicios estratégicos, y colocar las cargas de trabajo en función de las necesidades de negocio, las regulaciones y el impacto geopolítico que puedan generar. Lo que quiere decir la consultora es que, a medida que una empresa tiene clientes y suministradores en cualquier lugar del mundo, hay que trabajar bajo la idea de que la infraestructura está en todas partes y considerar una serie de factores.
Como explica su vicepresidente, Bob Gill, los días en los que TI controlaba todo se han acabado y, a medida que aumentan las opciones en tecnologías, socios y soluciones, los responsables pierden visibilidad, control y seguridad sobre las operaciones. En su opinión, el enfoque que ha predominado hasta ahora no puede ofrecer la agilidad que se necesita, ya que ésta ha evolucionado más rápido que la capacidad de entrega.
La agilidad de encuentra entre sus tres grandes prioridades para 2019, pero los directores de Infraestructura y Operaciones de I&O se enfrentan también al dilema de que disponen de un gran variedad de productos. Según el vicepresidente de Gartner, “la situación ideal sería coordinar el conjunto inmanejable de opciones que tienen hoy en día (co-location, multicloud, plataforma como servicio (PaaS) y anticiparse a las necesidades comerciales de mañana”.
A su juicio, la necesidad de agilidad solo aumentará, por lo que las dos tareas clave de estos directivos serán administrar la expansión de la diversidad en el corto plazo y convertirse en el gerente de los servicios necesarios para construir soluciones ágiles orientadas al negocio a largo plazo.
Aplicaciones para facilitar el cambio
La infraestructura permite ahorrar costes pero por sí sola no genera un valor empresarial directo como sí lo hacen las aplicaciones. Las empresas deben diseñar soluciones compuestas por un collage de componentes de software que se habiliten mediante APIs.
Según Gartner, en 2025, el 70% de las organizaciones de TI que no están adoptando una orientación de servicio/producto no podrán dar soporte a su negocio, por lo que hay que llegar a una integración de personas, procesos y tecnología; y ofrecer servicios y productos que ayuden una infraestructura sólida en la que residan las aplicaciones.
Adiós a los límites entre lo físico y lo digital
Cuanto más digital es una empresa, más se difuminan las líneas entre lo físico y lo digital. En este punto, la firma de análisis dice que el negocio digital, IoT y las experiencias inmersivas impulsarán que el procesamiento vaya cada vez más al extremo, por lo que edge computing hará que el centro de datos ya no sea el núcleo del procesamiento. De hecho, según sus cálculos, más de la mitad de los datos que generen las empresas en 2022 se procesarán fuera de los data centers y de la nube. Esto también será un reclamo de las personas, que esperarán que sus interacciones con las compañías sean más inmersivas y en tiempo real, con los que tenderán a desaparecer los límites entre la gente y el mundo digital.
Y, finalmente, habrá que hacer un esfuerzo para entregar valor más rápido en un entorno cambiante, pero sin descuidar el aprendizaje y los métodos de compartir conocimientos.